¡Nunca, imaginé poder dibujar!

Tampoco cabía en mi cabeza, adquirir la habilidad de pintar. Pues, cuando era niña, ya se encargaron de decirme que, eso no era lo mío y, ¡tenían razón!

Pero, hete aquí, que un día, intentando estimular más mi capacidad cerebral, especialmente, mi hemisferio cerebral derecho. Topé con un libro, (Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro ©). Era novedoso y genial. Me enseñó a dibujar, de la forma más pintoresca que os podáis imaginar.

Y cuando materialicé un caballero medieval, con caballo incluido; me dediqué a proclamar a los cuatro vientos que, ¡sí! ¡Yo era capaz de dibujar!

A partir de entonces, ¡ya nada me sorprende!

Nuestro cerebro, ¡tiene la capacidad para aprender, todo lo que nos propongamos!

Pero, en mi caso y, como la paciencia, no es una de mis virtudes. Me gusta pintar obteniendo resultados rápidos. Por lo que, las Anilinas, el Acrílico (Pouring), la Resina y otros. Son mis aliados.

Y, sobre todo, ¡jugar con el color! ¡este, sí que es mi fuerte!

Marina