Nunca, absolutamente nunca, había escrito más de medio folio seguido.

Pero un buen día, sin saber por qué, empecé a escribir una novela. Bueno, o algo parecido.

El tiempo que me duró “la fiebre de la escritura” era como si los personajes me dictaran al galope sus aventuras y desventuras. Mi mano no llegaba alcanzar la velocidad de la transcripción. Evidentemente, la escritura no tenía una caligrafía perfecta.   

Pero esta vez era diferente, especial, los protagonistas me trasmitían las emociones que sentían, mezclándose entre sí y creando un remix que yo nunca había experimentado, pues llegué a sentir la rabia, la bondad, la alegría y un sinfín de emociones.

Esto además de mágico, era desconcertante, porque yo “mujer impertérrita que no me permitía Sentir” llegué a descubrir un mundo inexplorado, maravilloso y duro, muy duro.

Y de no sentir, a SENTIR; tuve que realizar todo un cursillo intensivo para tener una comprensión con mi SER. Ya que de golpe y porrazo, llegué a experimentar emociones no resueltas de años de evolución.

Así «me convertí en Escritora”. Bueno “entendiendo por escritora, aquella que escribe”.

¡Y aquí estoy!

Escribiendo un poquito de mí, de lo que otros me han contado y me han hecho sentir.

E iré publicando los capítulos de forma periódica.

Marina

 

LA MAGIA DE APRENDER

En este libro hablo de Técnicas de Estudio inmersas en una novela. Dado que las técnicas a palo seco son áridas, muy áridas; decidí envolverlas con un toque de chispa, para que fueran más llevaderas. 

Y aquí, un joven estudiante de medicina inventa las mil y una, para poder aprobar sin estudiar. Pero no, no le sale bien la cosa. Hasta que un extraterrestre conecta con él a través de la red y le enseña a estudiar con ambos hemisferios cerebrales. Y…

 

TARA

 

Tara ¡hermosa mujer! Viene a la Tierra desde otra galaxia y se encuentra con nosotros, los terrícolas. Con nuestros pros y nuestros contras (por llamarlo de alguna manera). Ella trata de adaptarse, comprendernos y sobrevivir en la jungla de asfalto. 

 

 

OTROS

Y habrá más, muchos más

sólo que todavía 

no se me han presentado